¿Cómo reducir el consumo de bebidas azucaradas?

A través de los años, estudios han encontrado que el consumo de bebidas azucaradas es un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades, como obesidad (1), diabetes tipo 2 (2), enfermedades cardiovasculares (3), etc. Dada la considerable demanda y consumo de estas bebidas azucaradas a nivel mundial (4), varias entidades de salud pública, gubernamentales, educativas, entre otras, han buscado abordar este problema mediante la aplicación de intervenciones ambientales (5).

En este contexto, se consideran intervenciones ambientales a aquellas que buscan influir en el comportamiento popular a largo plazo, en la elección, producción o consumo de diferentes tipos de bebidas o comida, mediante la intervención en el entorno (físico, socio-económico, cultural, legal, etc) en el que se podría adquirir estos productos (ej. Etiquetación o baja/aumento de precios en alimentos, etc.) (5). Sin embargo, pese a que existen diferentes métodos de intervención ambiental, es aún difícil determinar la mejor estrategia de intervención para la reducción del consumo de bebidas azucaradas, por lo que, es necesario un análisis de los efectos de los mismos.

Este artículo resume la evidencia de la revisión sistemática Cochrane (5) “Intervenciones ambientales para reducir el consumo de bebidas azucaradas y sus efectos sobre la salud”, la cual, analiza los efectos de las intervenciones ambientales (excluyendo los impuestos) en el consumo de las bebidas azucaradas y en cualquier desenlace adverso o inesperado de las mismas. Esta revisión evaluó 58 estudios que incluían ensayos clínicos controlados y aleatorizados (ECA), ensayos controlados no aleatorizados (ECNA), estudios de tipo antes y después (CAD) y estudios de series de tiempo interrumpido (STI), que en total involucraron a más de un millón de participantes (niños, adultos y adolescentes). Entre algunas de las intervenciones que se analizaron en los estudios incluidos tenemos: Intervenciones de etiquetado, estándares de alimentación en instituciones públicas, herramientas económicas, intervenciones en el servicio alimenticio e intervenciones domiciliarias.

Algunos de los resultados que la revisión apuntó son:

  • Intervenciones de etiquetado.- El etiquetado tipo semáforo y calificaciones de valor nutritivo están asociadas con una reducción en las ventas de bebidas azucaradas.  
  • Estándares de alimentación en instituciones públicas.- En las escuelas, la disminución del consumo de bebidas azucaradas estaría asociado con la reducción de disponibilidad de las mismas e incremento en la disponibilidad de agua y frutas.
  • Herramientas económicas.- El incremento del precio de las bebidas azucaradas podría reducir las ventas de las mismas.
  • Intervenciones en el servicio alimenticio.- Menús para niños más saludables en restaurantes y promociones de bebidas saludables en los supermercados estarían asociados con una reducción en las ventas de bebidas azucaradas.
  • Intervenciones domiciliarias.- Un mejoramiento en la disponibilidad de bebidas de bajas calorías en los hogares podría reducir el consumo de bebidas azucaradas, además de estar asociado con una reducción en el peso corporal.

Esta revisión demuestra que la aplicación de estas intervenciones podría influir en el consumo de bebidas azucaradas en la gente, ayudando así, en la reducción de la ingesta de estas bebidas. A pesar de esto, es importante recalcar que la certeza de la evidencia en los resultados de esta revisión son de muy baja a moderada, por lo que, se recomienda cautela en el establecimiento de conclusiones y aplicación en el uso de estas intervenciones. Algunas de las razones por las que la evidencia se consideró limitada fueron por el tipo de estudio escogido en algunos estudios y porque existió riesgo de sesgo en la mayoría de ellos. Por lo tanto, se recomienda que la aplicación de estas intervenciones esté acompañada por evaluaciones y cooperaciones con investigadores.

Para acceder a la revisión completa en inglés puede visitar:

https://doi.org/10.1002/14651858.CD012292.pub2

Fotografía de Fernando Andrade en Unsplash

Autoras: Nathaly Bonilla y Carolina Paspuel

Revisado por: Camila Montesinos

Referencias

  1. Ruanpeng D, Thongprayoon C, Cheungpasitporn W, Harindhanavudhi T. Sugar and artificially sweetened beverages linked to obesity: A systematic review and meta-analysis. QJM. 2017;110(8).
  2. Imamura F, O’Connor L, Ye Z, Mursu J, Hayashino Y, Bhupathiraju SN, et al. Consumption of sugar sweetened beverages, artificially sweetened beverages, and fruit juice and incidence of type 2 diabetes: Systematic review, meta-analysis, and estimation of population attributable fraction. BMJ. 2015;351.
  3. Huang C, Huang J, Tian Y, Yang X, Gu D. Sugar sweetened beverages consumption and risk of coronary heart disease: A meta-analysis of prospective studies. Atherosclerosis. 2014;234(1).
  4. Singh GM, Micha R, Khatibzadeh S, Shi P, Lim S, Andrews KG, et al. Global, regional, and national consumption of sugar-sweetened beverages, fruit juices, and milk: A systematic assessment of beverage intake in 187 countries. PLoS One. 2015;10(8).
  5. Von Philipsborn P, Stratil JM, Burns J, Busert LK, Pfadenhauer LM, Polus S, et al. Environmental interventions to reduce the consumption of sugar-sweetened beverages and their effects on health. Cochrane Database Syst Rev [Internet]. 2019 Jun 12 [cited 2021 Sep 6];(6). Available from: https://doi.wiley.com/10.1002/14651858.CD012292.pub2