Tratamientos para la depresión post-accidente cerebrovascular

Fotografía de Kat J en Unsplash 

La depresión es un desorden mental que contribuye altamente a la carga mundial de morbilidad y que puede conllevar tanto a la discapacidad como al suicidio (1). La depresión puede generarse en pacientes que han tenido accidentes cerebrovasculares y puede repercutir durante la recuperación del paciente (2), por lo que es importante tratar la enfermedad  para evitar efectos posteriores. Existe una gran variedad de tratamientos: farmacológicos (ej. antidepresivos), la terapia psicológica y la estimulación cerebral no invasiva, la cual consiste en el breve paso de una corriente eléctrica a través del cerebro mediante electrodos aplicados al cuero cabelludo para inducir una convulsión generalizada (2).

El objetivo de la revisión sistemática Cochrane (2) que resumimos en este artículo, fue determinar si las tres intervenciones mencionadas anteriormente o las combinaciones de estas reducen la prevalencia y el nivel de depresión diagnosticado después de un accidente cerebrovascular, así como también, evaluar la seguridad de estas.

Se incluyeron un total de 49 estudios con 56 comparaciones y 3342 participantes. Los datos disponibles permitieron evaluar las siguientes cinco comparaciones: 1.Intervención farmacológica vs placebo; 2.Estimulación cerebral no invasiva vs estimulación cerebral no invasiva simulada; 3.Terapia psicológica vs cuidado habitual; 4.Intervención farmacológica y terapia psicológica vs intervención farmacológica; y 5.Estimulación cerebral no invasiva e intervención farmacológica vs intervención farmacológica y estimulación simulada. Los resultados principales fueron los siguientes:

  • Intervenciones farmacológicas: Los antidepresivos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), los inhibidores de la recaptación de serotonina‐norepinefrina (IRSN), entre otros, demostraron causar una disminución en el número de pacientes con depresión al final del tratamiento (8 ensayos clínicos). De la misma manera, se demostró una reducción menor del 50% en las puntuaciones de la escala de depresión al final del tratamiento en comparación con placebo (6 ensayos clínicos). Sin embargo, en ambos desenlaces la certeza de la evidencia resultó ser muy baja. En cuanto a los efectos adversos se reportaron eventos adversos relacionados con el sistema nervioso central (SNC) y efectos perjudiciales significativos en el grupo de intervenciones farmacológicas (5 ensayos clínicos - certeza de la evidencia muy baja). Además, se encontraron eventos adversos gastrointestinales significativos en el grupo de intervenciones farmacológicas (4 ensayos clínicos - certeza de la evidencia muy baja).
  • Estimulación cerebral no invasiva o terapia electroconvulsiva (TEC): Un solo ensayo demostró que existe una reducción menor al 50% en la escala de depresión usada, por lo que, no se pudo realizar un metaanálisis con la información obtenida. No se reportaron muertes en los grupos que recibieron intervenciones de estimulación cerebral no invasivas.
  • Terapia psicológica: se demostró una disminución en el número de pacientes con depresión al final del tratamiento en comparación con  la atención habitual (6 ensayos clínicos - certeza de la evidencia muy baja). Además, no hubo muertes o eventos adversos significativos en el grupo de terapia psicológica en comparación con el grupo de atención habitual.
  • Tratamientos combinados: la combinación de la estimulación cerebral no invasiva e intervención farmacológica demostró que hubo una reducción menor al 50% en la escala de depresión al final del tratamiento. Sin embargo, este resultado fue de un solo ensayo clínico, por lo que no fue posible realizar un metanálisis para este resultado. No se reportaron muertes en los grupos que recibieron terapias combinadas. 

La evidencia demuestra de manera general que los fármacos y la terapia psicológica reducen la prevalencia de depresión en los pacientes que padecieron accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, la certeza de la evidencia fue muy baja para ambos casos. Por otro lado, las intervenciones farmacológicas se asociaron con eventos adversos relacionados con el SNC y el sistema gastrointestinal, por lo que se recomienda realizar más estudios previo a recomendar de manera habitual estos tratamientos. 

Para acceder a la revisión completa en ingles puede visitar.  

https://doi.org/10.1002/14651858.CD003437.pub4

Fotografía de Kat J en Unsplash 

Autor: Carolina Paspuel.

Revisado por: Camila Montesinos y Nathaly Bonilla.

Referencias 

  1. World Health Organization (2020) Depression. Available from: http://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/depression 
  2. Mah JY, Choy SW, Roberts MA, Desai AM, Corken M, Gwini SM, et al. (2020) Oral protein-based supplements versus placebo or no treatment for people with chronic kidney disease requiring dialysis. Cochrane Database Syst Rev.; 2020(5).